El Baul Musical [Relatos]

Bienvenidos a este pequeño baul de relatos cortos, microrrelatos y demás desvaríos.

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Chomentarios



1. La nana de la muerte



Eran sus dedos los que se movían ágiles por las teclas, eran sus manos las que jugaban a moverse graciosas, y era esa sonrisa tan divertida, esos ojos tan llenos de vida los que me miraban que me era imposible no sonreírle y cerrar los ojos para soñar mientras esa dulce música nos atormentaba a los dos de una manera cruel, pero a la vez hermosa.

“Tú eres mi bella princesa” había dicho y yo, como una desdichada plebeya, había caído a los pies del más lindo príncipe, y ahora, mírenme… Anhelando sus labios, cada gesto, tenerlo para mí, despertar todas las mañanas a su lado y recordarme a mí misma que no es un sueño, que existe y que está conmigo.

Las notas fluyen suaves, delicadas, por la estancia, rodeando los muebles, batiéndose en duelo con las cortinas para que sigan su ritmo e intentando que las ventanas den paso a un aire fresco, embriagador y cegador.

Comienza a sonar más fuerte, comienza a gritar con los dedos y entonces cierra los ojos y se deja llevar, ya no toca porque quiere, toca porque me ama y sabe que jamás podrá volver a hacerlo, pues nunca más estaré aquí con él, con estos ojos mirándolo y acordándome de la primera vez que me dijo te quiero…

No llora, no ríe ya, sólo me mira, fijamente y sin dejar de cuidarme y protegerme con la mirada… Y ahora, ahora qué… La melodía pierde fuerza, pierde ritmo, está cansada, las notas se cansan de tirar por mí, de agarrarme fuertemente y levantarme cada día, cada minuto, cada segundo.

Y entonces se acerca, ha dejado de tocar, pero yo sigo escuchando su música, no oigo otra cosa, nada salvo sus pasos, su respiración ahora agitada, sus labios susurrándome bellas palabras y es ahí cuando un príncipe le dice a su plebeya:



Porque por y para siempre, tú serás mi más bella princesa.



Y la plebeya, escuchando música, descansó en paz.